lunes, 11 de diciembre de 2017

Cómo planificar el estudio

En esta recta final debemos dar todo lo que podamos de nosotros mismos y ponernos, sin perder ni un solo día, a trabajar a tope. Para ello lo mejor es elaborar un horario de estudio, teniendo en cuenta las siguientes indicaciones


  • Estudia todos los días y, a ser posible a las mismas horas, eso te ayudará a crear hábito.
  • Dedica al menos 2 horas diarias para las tareas, repasos y el estudio personal.
  • Haz un horario realista, poniendo las cosas que puedes hacer. Poco a poco aumentarás el tiempo.
  • Haz un horario flexible. Revísalo quincenalmente y ve aumentando el tiempo de estudio.
  • Procura que sea equilibrado, repartiendo el trabajo todo los días y no dándote atracones o dejando días “en blanco”, sin hace nada. Para que sea completo, repasa todas las áreas semanalmente.
  • El tiempo que dediques a cada materia dependerá de lo fácil o difícil que te resulte.

Planificación de las sesiones de estudio
Cada tarde comenzarás preparando todo el material necesario, para tenerlo a mano y no tener que levantarte a buscarlo, ni interrumpir el trabajo. Tendrás delante tu agenda donde habrás apuntado todas las tareas y repasos que tengas pendientes para el día siguiente. Junto a ellas anotarás si tienen dificultad media (poniendo 1), si son difíciles (2) o si son fáciles (3). Esto te servirá para elaborar tu horario en la ficha que puedes descargarte aquí. Cada sesión de estudio puedes organizarla en tres bloques:
  • 1º BLOQUE(Duración 45-60 minutos aprox.)
    Empieza por una materia de dificultad media (1) o una tarea no muy complicada para ir entrando en el trabajo (como hacen los atletas en el precalentamiento). Descanso de 5-10 minutos.
  • 2º BLOQUE(Duración 45-60 minutos aprox.)
  • Continúa con lo más difícil (2) o lo que requiera más esfuerzo, tanto si se trata de estudio como de tarea (ahora estamos a pleno rendimiento). Puedes hacer un descanso de 10-15 minutos.
  • 3º BLOQUE(Duración 45-30 minutos aprox.)
  • Deja para el final lo más fácil (3), lo que más te guste y menos trabajo te cueste, sean repasos, lecturas o tareas. Si estás ya cansado siempre podrás hacer un último esfuerzo. Si es necesario, y puedes seguir un poco más, puedes terminar con un repaso final rápido.
Organizado de esta manera, las tareas y el estudio se adaptan mejor a lo que se conoce como “curva de fatiga“ o de “concentración”, tal como puedes observar en el siguiente gráfico.


Además, aquí os dejamos dos vídeos donde Nisabelt nos ayuda a realizar un planing semanal y luego trasladarlo a un planing mensual en la época de mayores exámenes y trabajos. Y recuerda... ¡ponte en marcha cuanto antes!



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